Grecia es un país en el que es muy útil utilizar tu propio coche para recorrer sus sitios escondidos.
Cuando salís a la aventura y tu medio de transporte los usás también para pasar las noches, procurás eliminar todo tipo de olores extras que puedas generar dentro de él… Es por eso que generalmente dejábamos las zapatillas y medias afuera y debajo del mismo.
Solíamos tener algo rico para picotear de desayuno antes de comenzar el camino hacia nuestro próximo destino (casi todas las veces incierto claramente).
Esa mañana nos despertamos bien temprano con la idea de seguir viaje por el Epiro, Noroeste de Grecia, y al salir del auto para calzarnos nos dimos cuenta que faltaba una zapatilla.
No podíamos entender qué era lo que había pasado, porque en el caso que hayamos sido protagonistas de un hurto, claramente faltaría el par y no una sola… Hasta que levantamos la vista y vimos un hermoso caballo suelto, libre, comiendo el pasto de la zona. Podría haber sido él?
Es así como ese día, tuvimos dos invitados en el desayuno, que nos hicieron comenzar la jornada de manera distinta y divertida.